H9 y Q1
Noviembre 2012
A estas horas no hay más expectativas que
llegar a Quilca, encontrar una mesa vacía en Don Lucho, y la esperanza de que
no hayan atosigado la vieja rocola con una hilera de pedidos que me impidan
musicalizar la estadía. Son casi las siete, y aunque
revise la hora, no me interesa saber de
ella.
Acabo de llegar a Quilca y entro a La Rocola. ¡Que suerte!, hay varias mesas vacías. El presupuesto es de 15 soles, suficiente para un par de cervezas y una de Rolando Laserie y Lucho Barrios que den el marco preciso al momento.
Acabo de llegar a Quilca y entro a La Rocola. ¡Que suerte!, hay varias mesas vacías. El presupuesto es de 15 soles, suficiente para un par de cervezas y una de Rolando Laserie y Lucho Barrios que den el marco preciso al momento.
Se acerca Ciro, saluda "buenas tardes profe" y pido "dos verdes heladas, una por una
compadre".
No pretendo la compañía, hoy la soledad es un estado que aprecio.
No he de emborracharme hoy, solo deleitarme y observar. No es preciso el apuro.
Ciro me mira extrañado, quizá sea la primera vez que me ve así: sólo. Con una botella de cerveza como única compañía.
Aprovecharé que hay poca gente e iré a esa vieja rocola a poner las de siempre. Mi botella y mi bolsa las podré divisar desde allí.
No pretendo la compañía, hoy la soledad es un estado que aprecio.
No he de emborracharme hoy, solo deleitarme y observar. No es preciso el apuro.
Ciro me mira extrañado, quizá sea la primera vez que me ve así: sólo. Con una botella de cerveza como única compañía.
Aprovecharé que hay poca gente e iré a esa vieja rocola a poner las de siempre. Mi botella y mi bolsa las podré divisar desde allí.
Un eterno papel me recuerda lo barato de mi capricho: cincuenta céntimos por dos canciones. El índice izquierdo y derecho, en sincronía, dan cuenta del H9 y Q1
Al sentarme escucho el disco disponerse y la aguja de ese viejo aparato rayar tenuemente el vinilo de 45.
Ahí va. El rumoreo de los vasos golpeándose y
las conversaciones se sienten envueltas por el saxofón que desde las bases
enmalladas de ese antiguo armatoste abruma a quienes llegan.
"Hola Soledad no me extraña tu presencia…"
"Hola Soledad no me extraña tu presencia…"
La perfecta compañía a esta chela de
viernes.
Labels: Don Lucho, La Rocola, Lucho Barrios, Quilca, Rolando Laserie