Monday, November 19, 2012

H9 y Q1


Noviembre 2012

A estas horas no hay más expectativas que llegar a Quilca, encontrar una mesa vacía en Don Lucho, y la esperanza de que no hayan atosigado la vieja rocola con una hilera de pedidos que me impidan musicalizar la estadía. Son casi  las siete, y aunque revise la hora,  no me interesa saber de ella.

Acabo de llegar a Quilca y entro a La Rocola. ¡Que suerte!, hay varias mesas vacías. El presupuesto es de 15 soles, suficiente para un par de cervezas y una de Rolando Laserie y Lucho Barrios que den el marco preciso al momento.

Se acerca Ciro, saluda "buenas tardes profe"  y pido "dos verdes heladas, una por una compadre".

No pretendo la compañía, hoy la soledad es un estado que aprecio.

No he de emborracharme hoy, solo deleitarme y observar. No es preciso el apuro.

Ciro me mira extrañado, quizá sea la primera vez que me ve así: sólo. Con una botella de cerveza como única compañía.

Aprovecharé que hay poca gente e iré a esa vieja rocola a poner las de siempre. Mi botella y mi bolsa las podré divisar desde allí.

Un eterno papel  me recuerda lo barato de mi capricho: cincuenta céntimos por dos canciones.  El índice izquierdo y derecho, en sincronía, dan cuenta del H9 y Q1  
Al sentarme escucho el disco disponerse y la aguja de ese viejo aparato rayar tenuemente el vinilo de 45.

Ahí va. El rumoreo de los vasos golpeándose y las conversaciones se sienten envueltas por el saxofón que desde las bases enmalladas de ese antiguo armatoste abruma a quienes llegan.

"Hola Soledad no me extraña tu presencia…"


La perfecta compañía a esta chela de viernes.

Labels: , , , ,