Friday, November 06, 2020

Febrero 2003

 

Tras el amor ella se dirigió a la ventana. Estaba desnuda, y una tenue luz, que se colaba del exterior, dibujó su silueta. Sus cabellos lacios caían como una hermosa catarata de miel. La amé. Y pretendí, desde mi fragilidad, hacer eterno ese momento. Derrotado en ese afán grabé todo en mis ojos para jamás olvidar que un día fui absolutamente feliz.